lunes, 4 de noviembre de 2013

Desde mi escritorio

Artículo publicado el Lunes, 04 de Noviembre de 2013 en el Diario de Sucre.

“dicen que hay algo que tener, y no muchos tenemos...” – Andrés Calamaro – Estadio Azteca.
Esta canción del compositor argentino, que la podemos encontrar en el disco “El Cantante (2004)”,  aflora la sensibilidad en aquellos que ven del fútbol un arte. Todavía para algunos esa pequeña frase de la canción es inentendible, porque no terminan de comprender  “que es eso que hay que tener, y no muchos tenemos…”.


Yo creo saber la respuesta. En el tema musical él nos inserta en un viaje a través de las estrofas, donde el imponente gran Estadio Azteca y la mística de la fanaticada son los protagonistas.

Eso que debemos tener y no todos tenemos, es simplemente la felicidad. Algo que buscamos diariamente con muchas ansias para continuar viviendo.

Felicidad que varía dependiendo de nuestros intereses y cultura. Para unos puede ser dinero, para otros amor y unión, para unos pocos es sinónimo de soledad, y para un pequeño grupo esa felicidad es la naturaleza.

Calamaro se dio cuenta que ese sentimiento también puede conseguirse en el fútbol. Las gradas encierran una magia que solo el hincha de verdad puede entender.

Cuando el fanático se pone la camisa con los colores de su equipo y se conecta con esa mística que solo guardan los estadios, se vuelve energía pura y se fusiona con el alma de esos 22 hombres que luchan por conseguir la victoria.

Para ellos no existe mayor felicidad que lograr una victoria luchada, como diríamos nosotros “sudada”. Sus gritos, sus cantos y hasta sus insultos forman parte del juego y de esa lucha. Son el color y el calor del estadio.

Sólo aquellos que de verdad entienden lo que en estas líneas expreso, son capaces de sentir y ser parte de esa magia que existe en una grada.

A ellos va dedicado esto. Me imagino que Andrés, también pensó en lo mismo.

Aquél que traduce su vida en un domingo entregado a dos horas eternas de lucha, es magia. Igual que aquél que ha encontrado en el fútbol su amor platónico, ese que admira cada fin de semana, ese, también es magia.

También son magia todos los que admiramos ese maravilloso deporte, y podemos entender con claridad cómo encontrar la felicidad en dos simples horas, que a veces parecen interminables.

Lo que está claro en todo esto, es que hay que buscar nuestra felicidad. Hay que derrumbar la muralla de las adversidades y encontrarla.

Venezuela está sumida en un pozo de violencia, tratemos de dejarla un poco mejor de como la encontramos, este es nuestro hogar.  Es la misión de todos los que aquí vivimos.

Recuerden que cada canción es una historia de la cual podemos aprender. Espero que les haya gustado y nos sigamos leyendo durante mucho tiempo.



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